El burnout es un estado de agotamiento mental, emocional y físico vinculado al estrés que ocasiona el trabajo y el estilo de vida del empleado, denominado como síndrome de estar quemado. Este conlleva consecuencias graves para las personas, tanto física como psicológicamente, con los síntomas más comunes como lo son depresión y ansiedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció en 2019 el burnout como una enfermedad, que será incluida en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-11).
Un principal detonante de este síndrome es el entorno laboral y las condiciones que se encuentra el empleado. Altos niveles de estrés, poca o nula autonomía, ausencia de apoyo en el entorno, mucha carga de trabajo.
Los principales síntomas que el síndrome puede provocar son:
- Sentimiento de fatiga, fracaso e impotencia
- Autoestima baja
- Falta de realización personal
- Nerviosismo y constante estado de alerta
- Dificultad para terminar labores debido a la concentración
- Insomnio
- Rendimiento bajo por falta de motivación
- Absentismo laboral
- Irritabilidad
- Falta de comunicación
Y este se divide en dos tipos:
- Burnout activo: Se mantiene una conducta asertiva, relacionándose con elementos externos a la profesión.
- Burnout pasivo: Hay sentimientos de apatía y se relaciona con factores internos.
La prevención del burnout debe comenzar en las empresas, al analizar que situaciones podrían llegar a ocasionarle estrés y ansiedad a los empleados para de esta manera tomar las medidas adecuadas para tratarlo y reducirlo. Practicando una mejora en la organización, brindando herramientas necesarias que permitan una mejora en el ámbito laboral y en las tareas que estas conllevan.
En un sentido individual, estos son los puntos a abordar para evitarlo:
Autoconocimiento
Conocer el término, sus causas y tratamientos ayudarán a una mayor conexión contigo mismo que te permitirá tener las herramientas adecuadas para tratarlo.
Afrontar el estrés
Mediante meditación o técnicas de relajación, podrás afrontar el estrés que se pueda llegar a presentar en el día a día y de esta manera reducirlo.
Ajuste de expectativas
Un buen punto para comenzar es encontrar un punto intermedio entre las expectativas y lo que está realmente sucediendo, de esta manera permite aprender y crecer al explorar diferentes horizontes.
Trabajar en el autoestima
Muchas veces se relaciona la baja de autoestima con aceptar circunstancias que no son las más adecuadas para nuestra salud mental, física ni emocional, haciendo que así nos extralimitemos. De igual manera el perfeccionismo y la auto exigencia juegan un papel muy importante para deteriorar la salud mental.
En casos donde padezcas depresión y ansiedad, te recomendamos acudir con los especialistas para evaluar tu situación y el tratamiento a seguir.