Existen cada vez más investigaciones científicas que aseguran que factores mentales como el estrés se asocian a la falta de salud física.
La meditación se ha relacionado como un método beneficioso para reducir el estrés y dolor, al ser una práctica que no requiere grandes cambios de rutina, traerá a tu vida una gran transformación con tan solo unos minutos al día.
Al practicar la meditación con regularidad, notarás los numerosos resultados que traerá a tu proceso de crecimiento personal, tanto en mente, cuerpo como espíritu.
Meditar puede ser tan formal o informal como quieras, de una manera que se acople a tu estilo de vida y a tus ritmos, si deseas puedes asistir con instructores especializados o también practicarla por tu propia cuenta.
Aquí te explicamos algunas maneras de meditar y cuales son sus beneficios.
Mejora en la salud física y mental
La meditación refuerza el sistema inmunológico, circulatorio, digestivo y muscular. También ayuda a aliviar la depresión, el estrés y la fatiga al permitirte gozar del presente con una mente más calmada.
Ayuda con el insomnio
Al traer bienestar a tu mente, el sueño será más fácil de conciliar, permitiéndote tener mayor descanso en la noche y energía al despertar.
Concentración, memoria y creatividad
Potencia el estado de consciencia debido a vivir el presente y esto desarrolla la capacidad de focalizar ideas, recordar cosas y aumentar el pensamiento creativo.
Alegría y positivismo
Aceptar y afrontar los retos de la vida desde un ángulo más empático, no solo de ti mismo, si no también de tu alrededor, entendiendo que todos poseemos virtudes y defectos, permitiéndonos vivir el momento en el aquí y ahora con nosotros mismos y con quienes nos rodean, además, disminuye pensamientos negativos y refuerza el proceso de crecimiento personal.
Te presentamos algunas maneras de meditar por tu propia cuenta en el día a día para traer a tu vida un estado de armonía y paz.
Respira de manera profunda
Concentra toda la atención hacía tu respiración, en la sensación del cuerpo y en el sonido al inhalar y exhalar por la nariz. Respira profundo y despacio.
Escanea tu cuerpo
Préstale atención a cada parte de tu cuerpo, haciendo un escaneo de pies a cabeza, observando las sensaciones de tu cuerpo, ya sea relajación, calor, tensión o dolor.
Concentra tu amor y gratitud
En este tipo de meditación puedes utilizar una imagen o la imaginación para visualizar amor y gratitud alrededor de dicho elemento sagrado.
Camina
Puedes usar esta técnica en cualquier lugar donde te encuentres y lo importante es hacerlo de manera lenta y consciente, sintiendo cada paso, la sensación de tus piernas y de tu respiración.
Recuerda que es completamente normal que la mente divague, lo importante es mantener la mente en calma y regresar siempre al movimiento, sensación u objeto que estabas meditando.
Experimenta, encuentra y adapta el método de meditación que mejor te funcione y no olvides que no hay maneras correctas o incorrectas, solo momentos ideales para traer a tu mente calma, alegría y bienestar.